
Donde se puede degustar desde un vermú de barril acompañado de riquísimos buñuelos de bacalao hasta los clásicos combinados de siempre ( reparos, láguenas o palomas) acompañados de michirones, bienmesabes, quisquillas del 7, montaditos de magra, empanadillas caseras, croquetas, etc. Todas estas tapas se enumeran ahora en una pizarra, donde se eligen junto a una bebida por tan sólo 1,80 €.
Los detalles de decoración del local son múltiples, el suelo está formado por 24 mosaicos diferentes, la puerta del baño es de una vieja casa, con su mirilla circular, picaporte y timbre de los antiguos. La barra de madera está acabada en mármol blanco de Macael. Los grifos de cerveza, son esculturas de Sáenz de Elorrieta, reproduciendo capirotes de la semana santa cartagenera. La alacena tras la barra y la cocina son de madera, de estilo clásico, y dan al local ese toque de autenticidad y nostalgia. Todo en La Uva merece la pena dedicarle un tiempo, para deleitarse con su historia y su sabor.